El morrón es uno de los vegetales que abundan en ferias y puestos durante el verano, pero llegado el invierno dispara su precio —hasta un 1000 %. Lo mejor y más sabio es conservarlo durante el verano. Hay muchas formas de conservarlos —procesarlo y congelarlo, preparar conservas con vinagre, secar al sol o preparar esta deliciosa y muy fácil mermelada de nuestro libro conservas. Un clásico que preparamos cada verano y muchos a los que convidamos se siguen sorprendiendo.
Ingredientes:
1⁄2 kg de morrones.
250 g de azúcar
250 ml de agua.
2 cdtas. de vinagre.
Los morrones finamente cortados —tipo brunoise— se cocinan con la mitad de su peso en azúcar y la misma cantidad de agua, con unas gotas de jugo de limón o un chorrito de vinagre, hasta que estén transparentes y el líquido se haya transformado en un almíbar de hilo fuerte. Se pueden agregar las especias que se prefieran. Se envasa en frascos —colocando todo el morrón y luego completando con algo de almíbar— y se esteriliza*. Esta mermelada o confitura es ideal para quesos tipo brie o camembert, fiambres fríos, platos con aves y hasta tostadas del desayuno. Uno tiende a pensar —cuando la prueba por primera vez— que esta mermelada es el estado natural del morrón, porque es realmente deliciosa.
*Los frascos completos hasta 1 cm antes del borde y bien tapados se colocan en una olla grande, separados del fondo con cartón o tela (por ejemplo una servilleta o repasador limpio) y se cubren con agua. Se lleva la olla al fuego y se hierve por 30 minutos. Luego de fríos las tapas deben haberse hundido por el vacío. Se guardan en alacenas o despensas frescas y secas. Una vez abierto, los frascos van a la heladera.